Sobre mí

Me llamo Belén Usieto y desde una edad temprana supe que quería dedicarme a la psicología.

Mi vocación

Desde mi percepción, esta profesión es mucho más que un trabajo; vivo cada acompañamiento desde un profundo respeto hacia la persona que se muestra ante mí. Me alegra observar la evolución, la liberación propia que surge de la comprensión de un@ mism@ y el impacto de poder aflojar las cargas. Me comprometo amablemente en cada proceso psicoterapéutico, buscando proporcionar un espacio facilitador de autoconocimiento al servicio de las personas que pasan por este centro.

Mi experiencia

Me gradué en la Universidad de Salamanca y continué mi formación especializándome en Madrid durante varios años. Posteriormente, decidí regresar a mi ciudad natal, Huesca, donde con cariño y esfuerzo fundé este centro.

Cuento con una sólida experiencia en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de diversas psicopatologías, habiendo colaborado durante un extenso periodo de tiempo con diferentes centros de psicología en la comunidad de Madrid, uno de ellos de referencia en trastornos de la conducta alimentaria.

Durante cuatro años, estuve en la dirección del área de atención psicológica de solicitantes de asilo y protección internacional en diferentes entidades sociales.

Poseo el título de Psicóloga General Sanitaria con habilitación para ejercer en la rama clínica y soy instructora certificada de Mindfulness. Mi especialización abarca la población adulta y la terapia de pareja. El enfoque de intervención se basa en una perspectiva integrativa y sistémica, buscando abordar todos los aspectos de la persona desde una visión integral, revisando las dinámicas relacionales propias.

Formación continua

A lo largo de mi trayectoria profesional, he mantenido un compromiso constante con la formación continua y la actualización de mis conocimientos, así como, de una revisión constante de mi esfera personal. Considero fundamental estar al día con las últimas investigaciones y enfoques terapéuticos para poder ofrecer la mejor atención posible.

Desde mi propia experiencia personal, entiendo que embarcarse en un proceso psicoterapéutico puede resultar complicado en ocasiones. Sin embargo, tengo la certeza de que, a largo plazo, permitirse la oportunidad de explorarse física, mental y emocionalmente, dar sentido a nuestras emociones y pensamientos, indagar en el autoconocimiento, así como, comprender y manejar nuestras dificultades de manera integral, permite aflorar sentimientos de satisfacción, autocontrol, valía, coherencia y valentía. Esto nos capacita para vivir la vida con mayor seguridad y fortaleza interior.